El Día del Libro es una de las fechas más destacadas para los amantes de la Literatura: el intercambio de libros y de rosas es ya una tradición anual. Sin embargo, ¿cuál es el origen de esta efeméride?

Un año más, la pasión por los libros parece aflorar entre las flores que renacen con la primavera: cambiamos el olor de los cerezos por el que desprende el paso de las hojas de nuestro clásico favorito. El 23 de abril ya ha llegado.

Origen del Día del Libro

Hace 28 años, en 1995, la UNESCO proclamó este día como el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor para fomentar la lectura y la necesidad de proteger las obras a través de la Propiedad Intelectual. Muchos países acogieron esta iniciativa, como Reino Unido, donde se conoce como el Día de Shakespeare, o China, siendo de sus pocas festividades que coincide con las de Occidente, entre otros.

La coincidencia en el mismo día y año de la muerte de William Shakespeare, Miguel de Cervantes y Garcilaso de la Vega, tres de los grandes escritores de la Literatura mundial, animó a la UNESCO a fijar definitivamente el 23 de abril como un día para intercambiar millones de historias.

Sin embargo, España ya iba un paso por delante. Por petición de Vicente Clavel Andrés, escritor valenciano del siglo pasado, el rey Alfonso XIII firmaba el 6 de febrero de 1926 un Real Decreto en el que se determinó que la “Fiesta del Libro Español” se celebraría el 7 de octubre de cada año. Entonces, se creía que ese día, pero 369 años atrás, había nacido Cervantes. Más tarde, por las favorables condiciones meteorológicas de abril y la escasa información acerca del cumpleaños exacto del autor de ‘El Quijote’, España cambió la fecha al 23 y se pidió a la UNESCO que lo reconociera como el Día Internacional del Libro.

Capital Mundial del Libro

Madrid fue la primera ciudad nombrada en 2001 como Capital Mundial del Libro. Este proyecto anima a la capital seleccionada cada año por la Unión Internacional de Editores, la Federación Internacional de Libreros y la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas a continuar promoviendo actividades literarias hasta el Día del Libro del siguiente año.

En 2023, Accra, la capital de Ghana, coge el relevo de Guadalajara (México) hasta 2024. Su objetivo es utilizar la lectura como una vía para educar y desarrollar académica y profesionalmente a los grupos marginales del país, en especial a los más jóvenes.

Sant Jordi: libros y rosas

En la zona de Cataluña también se celebra Sant Jordi el 23 de abril. Las calles catalanas se transforman en floristerías y librerías al aire libre, donde los escritores más importantes del panorama nacional se reúnen para firmar ejemplares de sus novelas. Eva García Sáenz de Urturi, Alice Kellen, Javier Castillo, Najat El Hachmi, Santiago Posteguillo o Joana Marcús son algunos de los autores que este año podrán intercambiar experiencias con sus fieles lectores.

Ya es prácticamente imposible pensar en esta fecha sin regalar libros y sin ver la fachada exterior de la Casa Batlló de Barcelona decorada de rosas rojas, una imagen muy recurrida en redes sociales y que atrae a muchos turistas cada año.

El origen de regalar rosas surge de una leyenda del siglo XV: de la sangre derramada por el dragón que habitaba en Montblanc (Tarragona) vencido por el caballero Sant Jordi, el cual ayudó a una princesa a escapar de ser devorada por esta gran bestia, creció un rosal de rosas rojas del que el caballero arrancó una para dársela a ella.

Así, las rosas rojas ya no solo simbolizan el amor de la persona que te la regala y a la que se la entregas tú, sino también ese cariño hacia los libros.

Días como este continúan siendo imprescindibles para resaltar que la Literatura, y en general cualquier acto cultural, mueven los engranajes del mundo, sirviendo de freno a la cada vez mayor tendencia de hostilidad entre nosotros. Necesitamos la pausa que nos ofrecen los libros ante el ritmo frenético en el que vivimos sumidos.

¡Feliz Día del Libro!

 

 

Imagen destacada: Darío Fernández Ruz – Pexels