La undécima edición de ‘MasterChef’ ya ha definido a sus cinco semifinalistas. A las puertas se queda Ana que, con un postre, a pesar de encantarle la repostería, es la nueva expulsada. Ahora se centra en el proyecto de su vida, un restaurante llamado ‘La tonta de las flores’.

La familia aumenta

Por delante se presentaba una noche de lo más emotiva, con la visita de algunos familiares. Los aspirantes iban a levantar, uno a uno, la caja misteriosa que tenían en su puesto. Debajo, un plato que había cocinado uno de sus familiares en casa. Ese plato había que mejorarlo con una técnica de vanguardia aprendida durante estos meses de competición.

Los aspirantes tenían 75 minutos de cocinado. Cada uno eligió técnicas diferentes, por lo que, en estética, no se parecían con los originales. Eneko se mostró bastante tenso durante el cocinado, mientras que a Lluis, un nudo en el estómago por recordar la relación con su madre le pasó factura. El más confiado era Jotha, ya que le llevaron un plato que él hace mucho en su casa.

Pilu fue la primera en enfrentarse a la cata, pero con su madre al lado. Su plato estaba “de nueve y medio. Te invita a comer más. Muy buen plato”, decía Pepe Rodríguez. Lluis estuvo acompañado de su pareja y su revuelto de setas recibió el aprobado. Jotha quiso deconstruir el pastel de carne que le trajo una de sus parejas, ya que son un trimonio, pero fue un desastre. Eneko recibió la visita de su mujer, sus dos hijas y la que está en camino.

A Jordi Cruz le impresionó que el catalán sacara un plato que necesita más de los 75 minutos que se dieron para bordarlo. Su familia no podía estar más orgullosa. Ana también recibió la visita de su pareja, pero se encaminaba a una nueva eliminación porque la carne estaba dura, a pesar de tener buen sabor. Álex, junto a su madre, admitió a los jueces que el arroz estaba duro, mientras que a Jordi Cruz no le gustó el tartar de sepia que incluyó.

Tras unos minutos deliberando, los jueces comentaron que este reto no era demasiado complicado. Pilu, Eneko y Lluis fueron los mejores de esta primera prueba y los primeros semifinalistas de ‘MasterChef 11’. Eneko fue el mejor y como premio, estará trabajando un mes en el ABaC, restaurante de Jordi Cruz. La otra cara de la moneda eran Álex, Ana y Jotha, que se volverían a enfrentar a la eliminación.

Un postre saludable y nutritivo

Después de un breve coloquio comentando la prueba anterior, los jueces levantaron una caja misteriosa que contenía cuatro edulcorantes: miraculina, fruta del monje procesada, stevia y sucralosa. Los aspirantes tenían que hacer un plato dulce bajo en calorías y sin azucares añadidos. Joan Roca, que acaba de recibir el premio al mejor chef mentor Michelín 2023, entró a las cocinas de ‘MasterChef’.

Jotha pidió a Eneko —el encargado de repetir cada edulcorante— que le asignara la miraculina porque quería brillar frente a Ana y Álex. El aspirante admitió que llegaba con algo de miedo a esta eliminación porque se veía inferior a sus compañeros. “Quiero lucirme con la más chunga. Se llama espíritu de superación”, decía.

Álex quería hacer un bizcocho de naranja, con sus correspondientes complicaciones a la altura del programa 23, pero tampoco nos vamos a poner técnicos. Ana apostó por un buñuelo usando técnicas de Carlos Maldonado para rellenarlo de un mouse de frutos rojos. Jotha fue a por una tarta de limón, pero adaptada a todo tipo de alergias, según explicaba.

A priori, la tarta de limón hecha por Jotha tenía buena pinta, pero estaba subida de acidez con el uso de la miraculina junto al limón. “Te has complicado la vida”, comentaba Pepe Rodríguez. A la hora de cocer el buñuelo, Ana se enfrentó a varios contratiempos y eso se mostró en el resultado. “Lo que si veo es que es un postre bastante plano. Te ha faltado finura, búscame algún elemento más que le dé matiz”, explicaba Pepe.

El último en pasar por los cuatro jueces fue Álex y fue el único que se llevó comentarios positivos. “Aquí se ve las ganas de hacer bien las cosas. Tenías que haber arriesgado un poco más, pero el plato está súper conseguido”, dijo Samantha, experta en postres. Fue el siguiente aspirante en convertirse en semifinalista. Es curioso que uno de los dos aspirantes que más controlan la repostería estaba a punto de abandonar las cocinas.

El aspirante que abandonaba las cocinas de ‘MasterChef 11’ era Ana. “La repostería era lo mío y al final me he ido con un postre… la vida. He tenido muchos altos y bajos, no he estado muy fina. Me habéis enseñado mucho y estoy feliz”, dijo la nueva expulsada. Sin creérselo, Jotha era el quinto semifinalista de esta edición. “Me siento ganador, no me esperaba llegar hasta aquí”, comentaba el DJ antes de que este programa llegar a su fin.

 

 

Imagen destacada: @MasterChef_es