Alice Kellen protagonizó junto a Marta Robles unos de los numerosos encuentros entre autores en la decimonovena edición de la Noche de los Libros. Una noche con más de 530 actividades gratuitas organizadas por la Comunidad de Madrid.

Un año más, al engañoso calor primaveral y al olor de los libros, Madrid acogió este 19 de abril una de las citas más importantes para los lectores: la Noche de los Libros. En su decimonovena edición, la capital ofreció más de 530 actividades gratuitas en varios municipios de la comunidad.

Una iniciativa que, en sus ya diecinueve años de vida, continua manteniéndose fiel a su principal objetivo: fomentar la lectura en todas las edades. Desde los más pequeños hasta los más mayores. Y todo gracias a una extensa programación de actividades que van desde encuentros con autores como Blue Jeans o Álex de la Iglesia a recorridos literarios o talleres de música y de teatro, entre otras.

La escritora Alice Kellen y la periodista Marta Robles protagonizaron, en los últimos resquicios de la tarde, uno de los encuentros en la Real Casa de Postas, cerca de la Puerta del Sol. El punto de partida fue ese hogar que esconde recuerdos y que tan protagonista fue en la temática de esta XIX edición de la Noche de los Libros.

Alice Kellen y esas pasiones que comienzan en casa

Viajar a la infancia es como navegar por un océano: los recuerdos son inmensos, pero nunca seremos capaces de surcarlos todos. Algunos regresan; otros, en cambio, se resisten a brillar y se van apagando poco a poco.

Alice Kellen, en una entrevista para Planeta por su última novela, decía lo siguiente: “Para encontrarse a uno mismo hay que viajar al pasado y bucear entre recuerdos”. Y así precisamente empezaba esta charla literaria en la Noche de los Libros: regresando con ella a su pasado, al inicio de todo.

 

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Muchos libros y unos padres fieles amantes de ellos. La pequeña Alice creció rodeada de letras, aunque le costó más tiempo encontrar su lugar entre ellas. Comenzó por lo alto, leyendo a Charles Dickens y a Julio Verne. Con quince años descubrió el regustillo de crear y dar vida y, con dieciséis, encontró su pasión por el romance en ‘El diario de Bridget Jones’. De hecho, fue su padre quien le regaló ‘Alicia en el País de las Maravillas’, protagonista que da nombre a su seudónimo.

La infancia y los recuerdos son esenciales para Nicki y River, los protagonistas de Donde todo brilla. “¿Y si lo único que necesitamos es encontrar el brillo de las cosas intangibles?”. Lo inmaterial se desvanece entre alientos y puede que, para Alice, la pregunta sobre los brillos intangibles sea una manera de guardar el pasado bajo llave, en casa.

Un hogar que también le ha visto crecer de lectora a escritora ‘best seller’. En 2016 su futuro comenzó a trazarse entre teclas del ordenador, libretas con esbozos y diecisiete historias que se convertirían en el refugio de otras millones de lectoras. Y todo gracias a aquel botón sobre el que hizo clic para iniciar la autopublicación de su primera novela en Amazon: Llévame a cualquier lugar.

Alice Kellen

Alice Kellen en la Noche de los Libros 2024 | Fotografía: Lucía Núñez – Why Not Magazine

Martín e Isaac, los protagonistas de La teoría de los archipiélagos, tuvieron un protagonismo especial durante el encuentro. La idea surgió en unas vacaciones de Pascua, como una terapía, cuando Alice Kellen descansaba en el pueblo y se preguntó por la vida que habría tenido un señor mayor que había visto pasar. Como los recuerdos y la infancia, pensó en los instantes: en esas asignaturas pendientes. En esos amores con fecha de caducidad.

La teoría de los archipiélagos y El chico que dibujaba constelaciones son sus novelas más adultas. También las más personales. Primero su hogar; ahora sus historias y su pluma evolucionan con ella: “Yo he crecido con mis novelas. Me apetece hablar de otros temas”, reconocía la escritora valenciana. Crece, pero no pierde la ilusión y las ganas de seguir divirtiéndose escribiendo. Porque escribir (y leer) es eso: divertirse, disfrutar.

Su padre encendió la chispa en su hija cuando comenzó a dejarle sobre la mesilla una pila de libros para que los fuera leyendo. Ahora Alice, Navidad tras Navidad, le regala a él una cajita con sus mejores lecturas del año. Una conexión que, aunque permanece, ha traspasado las puertas de su casa para compartirla con millones de personas que han descubierto en esta escritora su refugio. Un refugio que tiene por llave las letras.

 

 

Imagen destacada: Lucía Núñez – Why Not Magazine