Chica Sobresalto se escapa de las canciones y nos abre las puertas a sus miedos, rarezas, luces y sombras con una sincera oda a la mediocridad. 

«Dicen que escribir, componer, la terapia, meditar… te ayuda a entenderte, a saber cómo funcionas y cómo eres». Pero quizá no siempre es todo como dicen. A veces acabar pensando que este proceso va más de aceptar que no sabes quién eres que de descubrirlo, más de aceptar que te pasarás la vida conociéndote que de conocerte en sí, es un reflejo de la pura realidad. Esta es la realidad de Chica Sobresalto, la protagonista de esta historia. Pero volvamos al inicio de todo.

El germen de esta obra yace en el primer día de terapia de Maialen. Y sí, digo Maialen y no Chica Sobresalto porque considero que esta puntualización es importante para entender un poco más la obra en sí. «¿Por qué Chica Sobresalto?», le preguntó su psicóloga en la primera sesión, a lo que la cantante respondió que era su nombre artístico, un alter ego que se atreve a hacer todo aquello que ella no. Paula, su psicóloga, lejos de juzgarla y decirle que no existen dos personas dentro de una misma, la animó a seguir descubriéndose. 

De este modo, Maialen se escapa de las canciones y presenta ‘El arte de ser mediocre’, un libro en el que nos abre las puertas a sus miedos, rarezas, luces y sombras. Pero sobre todo, en un gran acto de generosidad y con un relato rebosante de ingenio y sensibilidad, nos invita a conocer todas las personas que habitan en ella y a descubrir en qué momento se activa cada uno de sus múltiples alter egos.

Chica Sobresalto en ‘El arte de ser mediocre’

«No se trata de quererte con todo, se trata de quererte pese a todo»

Todos tenemos el derecho de equivocarnos, y no por ello debemos sentirnos culpables. Como dice la navarra en su libro: tenemos el derecho y el deber de disfrutar del arte de ser mediocre. Porque no se trata de quererte con todo, sino de hacerlo pese a todo.

Cada rasgo o personalidad que habita en nosotros se crea por algún tipo de necesidad dada en un momento concreto. Puede que fueran creadas de manera consciente o inconsciente en un periodo determinado. «El problema surge cuando esas personalidades se descontrolan, todas quieren ponerse al volante y acaban odiándose hasta la muerte». Y claro, como bien apunta la artista, una no puede parecer en paz si por dentro está en guerra, al menos no durante mucho tiempo.

En definitiva, Maialen se apodera de la palabra mediocre y hace de ello un arte. Puede que, como dice entre las páginas de su obra, no cambie el mundo, pero ha sido una gran arma para recorrer este camino. Desde Chica Sobresalto, esa superheroína valiente que cree en lo que hace, ese amor que nunca mezclarías con la rutina porque moriría, a la autodestructiva. Pasando por la pequeña, la punki, la hedonista, la responsable, la novia, la perra, la mamá… Así hasta 20. Cada una de ellas nos permite conocer un poco más sobre la artista que nos atrapa con sus letras y melodías. Nos permite descubrir la distancia que existe entre todas aquellas personas que la habitan y darnos cuenta de que «es a veces una línea muy fina y otras un abismo mortal».

Llegados a este punto, te invito a que ahora seas tú la que sienta y se deje llevar a través de las páginas de El arte de ser mediocre’. ¡Anímate a descubrir todas esas mujeres que habitan en la navarra!

 

Imagen destacada: @chicasobresalto