El rapero argentino Duki, que empezó coronando El Quinto Escalón en 2016, congregó el sábado a más de 60.000 personas en el corazón de la capital.

Las mismas calles que unas semanas antes habían sido testigos de un huracán lleno de brillo, fueron arrolladas por una oleada de camisetas blancas y azules. A pesar de ser el Bernabéu, a pesar de las equipaciones argentinas, esta vez no era Messi quien estaba en el centro. Mauro Ezequiel Lombardo Quiroga, Duki o Duko, estaba haciendo historia.

Unos días antes el cantante admitía sentirse orgulloso de levantar la bandera argentina y poder seguir aportando historia a lo que, aunque algunos consideren un trozo de tela, simboliza mucho más que eso. Fuera de implicaciones políticas, Duki quiso llevar su bandera a lo más alto con su gente sobre el escenario, con constantes agradecimientos a los suyos, a la música, a las 65.000 personas que le acompañaban y a los más de 18 millones de oyentes mensuales que acumula solo en Spotify.

Hace 8 años, Duki empezaba a hacerse un nombre en unas batallas de freestyle al otro lado del charco, en el Parque Rivadavia de Buenos Aires. Un año después, la competición desapareció, pero ya había dejado una huella imborrable. En 2018, Modo Diablo nacía en La Mansión. Duki, YSY A y Neo Pistea conformaron un grupo de trap que llevaría este género musical a otro nivel. El Bernabéu lo ha demostrado.

Modo Diablo realmente estuvo en la casa. YSY A y Neo Pistea acompañaron a su “hermano” en una de las noches más importantes de su vida y de la escena urbana internacional. La primera vez que sonó su trap en Madrid fue en la Sala But ante 1.500 personas. Esto era impensable, hasta que el argentino ha conseguido que se hable de él en todo el mundo. Emilia Mernes representó el otro lado de la balanza, el nuevo Duki que se sobrepuso al personaje para poder sobrevivir a sí mismo.

Duki y Emilia | Imagen: Alejandro Gómez Jiménez (Why Not Magazine)

‘Como si no importara’ abrió la veda de las últimas canciones del argentino: desde ‘Top 5’ hasta ‘Jefes del Sudoeste’ o ‘don´t liE’. Antes, Duko ya había puesto a vibrar al Estadio con ‘Rockstar’ y ‘Tumbando el club’ entre otras. Conseguir equilibrar, mover y potenciar la energía del concierto a través de la combinación de su repertorio fue uno de los puntos clave para conseguir el éxtasis que explotó con un ‘She don´t give a fo’ que más que a despedida, sonó a los últimos minutos mágicos a los que está acostumbrado el Bernabéu.

Nicki Nicole, C.R.O, Bizarrap o Jhayco tampoco quisieron perderse la gran noche de la escena urbana. Tampoco otros menos conocidos como Dano o Rei. Porque Duki es eso. Una estrella que no se olvida de dónde viene, con quiénes y con qué. Por ello en medio de la locura, de los focos y la fama, se sentó a hacer lo que le ha llevado hasta aquí. Rapear, con ‘Lost Tape’.

Solo los mejores llegan a llenar estadios, aunque todos sueñen con ello. Y es un éxito que va más allá de la música o las cifras. Va de conectar con las personas, de llegarles dentro, de ser fiel a los valores, de sobrevivir al personaje y no perderse entre los flashes. Subir escalones con los que están desde el primero o desde el quinto y Duki lo ha conseguido. Por él, por sus compañeros y por la música urbana.

Fans en los minutos previos al concierto | Imagen: Alejandro Gómez Jiménez (Why Not Magazine)

 

 

Imagen destacada: Alejandro Gómez Jiménez (Why Not Magazine)