La prueba de eliminación expuso a cuatro aspirantes. Luca fue el peor con una sepia cruda, que dos de los tres jueces ni siquiera probaron. Llegó al foso tras una capitanía envenenada.

Cocina creativa internacional

Solo quedan siete aspirantes, la final tendrá lugar en dos semanas y en este programa, los jueces volvieron a superarse. La prueba de exteriores tuvo lugar en Madrid para celebrar que la ciudad se ha convertido en el gran destino turístico de los europeos. Diego Muñoz, chef peruano del Hotel The Madrid Edition, fue el encargado de preparar este menú de cocina creativa internacional.

El equipo azul, que lo formaban Luca como capitán, Jotha, Ana y Álex iban a cocinar un ceviche de corvina y pulpo más el segundo plato, aguja de cerdo ibérico escabechada. La cocina roja iba a ser capitaneada por Lluis junto a Eneko y Pilu. Tenían que hacer un anticucho de corazón de res, más el postre, lúcuma —fruta que crece en los Andes—, chocolate y pistacho. Los aspirantes iban a cocinar para 50 amantes del diseño contemporáneo y tenían 170 minutos.

Pepe Rodríguez entró a la cocina azul e hizo pocas correcciones. No corría la misma suerte la cocina roja, ya que Eneko se atascaba con el res. Eduardo Navarrete, ex aspirante de ‘MasterChef Celebrity’, echó una mano a los dos equipos durante 30 minutos. Las tornas cambiaron porque Diego Muñoz no salió muy contento al visitar al equipo azul, ya que Álex no quitó la piel de la corvina y el pulpo no estaba friendo con la verdura para que cogiera gusto.

Lluis dejó a Pilu sola con el postre y no le faltó nada. Algo que sorprendió a Diego y Jordi Cruz. “Estos lo tienen bastante controladito”, decía el chef peruano. Y con esto llegó el momento del emplatado y posterior servicio. El equipo azul sacó el entrante, el ceviche de corvina y pulpo en el que faltaba una teja de tinta de calamar. El anticucho de corazón de res del equipo rojo encantó a los comensales.

La aguja de cerdo ibérico arregló un poco el trabajo del equipo azul, pero la carne quedó algo pasada. El postre del equipo rojo fue «lo más» gracias a Pilu, de verdad que apetecía comerlo. De aquí a la valoración, donde Luca decía que salvaron el cocinado y admitía que había cojeado más en su papel de capitán. Desde luego que su actitud fue la de siempre, muchas risas y poco esfuerzo. Pepe Rodríguez se lo echó en cara: “No supiste dar órdenes y tu equipo ha trabajado muy bien”.

En definitiva, el primer plato tenía varios fallos y en el segundo enderezaron el rumbo, pero podría no ser suficiente. Álex volvió a recibir un toque de atención por parte de los jueces porque son muchos programas consecutivos fallando. En cuanto al equipo rojo, Lluis decía que habían trabajado muy bien, dando su reconocimiento a Pilu por el postre.

Jordi Cruz le puso algunas pegas sobre su capitanía, más que nada le pedía más alegría. “Estamos contentos con la actitud que habéis tenido, por nuestra parte, enhorabuena porque es el camino a seguir”, decía Pepe Rodríguez. De todos modos, en todo concurso hay un ganador y un perdedor. El equipo rojo ganó esta prueba, por lo que Ana, Luca, Jotha y Álex fueron a eliminación. Pilu fue nombrada como la mejor del reto, no es para menos.

Una sepia cruda condena a Luca

Samantha ya avisó que la prueba iba a ser «jorobada». En plató, un piano de cola repleto de frutas y cuatro campanas que presentaron seis jóvenes chefs. Un guiso de oveja latxa, cromatismo negro, escabeche de gallo y un flan de cítricos. Evidentemente, cada plato tenía que ser replicado por un aspirante y Pilu los repartió. Para tener más pistas, Alberto Luccini, crítico gastronómico, probó cada plato e hizo un análisis de cada uno de ellos. A pesar de todo, los jueces levantaron la mano y los aspirantes recibieron la receta.

Luca se dedicaba a leer la receta y a dar paseos por su cocina hasta que se echó a llorar. Pepe tuvo que intervenir para que se pusiera a limpiar la sepia, su principal tarea. El resto de concursantes parecían ir en buen camino. En los últimos cinco minutos, Pepe Rodríguez se atrevía a decir que Luca no llegaba. El cocinado acabó y en breve conoceríamos al nuevo expulsado.

Luca admitió que «nunca había sentido tanta frustración y descontrol». La sepia estaba cruda, a Pepe Rodríguez se le quedó la lengua negra, mientras que Jordi y Samantha no lo probaron. «Esto no lo he visto jamás en once años», decía el catalán. Al fin volvieron las felicitaciones para Álex. «Realmente no se nota la diferencia», decía Samantha sobre el plato original. Ana, con el peor plato de los que había sobre la mesa, tropezaba de nuevo. «Falta sutiliza. La estética es parecida, pero el gusto… El de Luca no se podía comer, pero este tampoco», decía Pepe. Por último, Jotha parecía tener el aprobado raspado para salvarse una semana más de la eliminación.

El objetivo de las pruebas de réplica es que los aspirantes aprendan prestando atención a lo que hacen otros cocineros, que técnicas utilizan, etc… El aspirante que más acertó en esta prueba fue Álex. Jotha fue el siguiente en salvarse, su pasión por la repostería le salvó. El aspirante que abandona las cocinas de ‘MasterChef 11’ tras 22 programas es Luca, con un plato que no se podía comer. «Entré siendo una persona muy materialista. Hay mucha más vida detrás de un móvil. En la casa nos divertíamos con un globo y yo antes no era así», comentaba el tiktoker antes de abandonar las cocinas.

 

 

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