En Why Not Magazine hemos hablado con Natalia M. Alcalde, autora del libro ‘Delirio’, que denuncia la situación actual por la que está pasando el estado de Guanajuato, en México.

Natalia M. Alcalde (Guanajuato, 1922) es la escritora de la novela ‘Delirio’, y nunca se había atrevido a hacer algo igual. Aunque sigue escribiendo relatos para diferentes revistas literarias de México y España, prefiere sumergirse en el mundo de las novelas.

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Sus estudios en Lenguas Modernas y Gestión Cultural le han permitido adentrarse en el mundo de la cultura. Igualmente, ha participado en distintos centros culturales y educativos como gestora cultural, entre ellos se destacan la Fundación Juan March en Madrid y Le Gallerie degli Uffizi en Florencia.

Sobre la novela ‘Delirio’

Why Not Magazine: Después de tu obra de pequeños relatos, ¿cómo te sientes tras haber escrito la novela ‘Delirio’?

Natalia M. Alcalde: Me siento muy satisfecha conmigo misma porque desde el primer día he sido muy persistente, ya que escribir una novela exige tener más constancia sobre lo que estás escribiendo. De alguna forma, cuando eres escritor, también eres la única persona a la que tienes que rendir cuentas. Por ello, te tienes que fijar metas, comprometerte con el proyecto y seguir escribiendo, a pesar de que nadie lo esté leyendo.

Del mismo modo, probablemente haya sido una especie de introspección, de ir hacia adentro. Para mí no es lo mismo que escribir un cuento, ya que suelo tardar una semana, mientras que para ‘Delirio’ he estado reflexionando durante más de un año.

WN: Me han llamado la atención los nombres de los capítulos, algunos transmiten mucha fuerza. ¿Cómo se te ocurrieron?

NA: Se me ocurrieron al volver y releer los capítulos para entender cuál era la temática central. A partir de ahí iba poniendo el nombre a cada uno y al final es como si pusiera el título corto de un relato con una sola palabra.

Título de un capítulo de la novela ‘Delirio’ | Fuente: Nerea Avileo

WN: ¿Cómo llegaste a escribir una novela negra?

NA: Cuando estoy escribiendo, no pienso demasiado en el género. Primero empiezo a escribir la historia que se me ocurre y ya al final me pongo a pensar en qué escribí. Así me pasó con ‘Delirio’. Al escribir este libro yo estaba muy enfadada por la situación en México. Había vuelto a España después de haber vivido en México y tenía muchas ganas de hacer este ejercicio terapéutico que me ayudase a comprender mejor la realidad de mi país.

Una realidad llena de injusticia, impunidad, corrupción… que es lo que marca la novela. Yo quería plasmar esto de alguna forma y fue a través de la literatura que logré hacer ese ejercicio catártico que me ayudó a comprender y a digerir la situación del país. Terminó siendo una novela negra porque para denunciar estos temas, tienes que recurrir al género negro.

WN: ¿Cuál es la diferencia entre hard-boiled y thriller?

NA: Aprendí las diferencias entre el género negro, sus tipos, y el género thriller. El subgénero hard-bolied surge de la novela negra por presentar una gran cantidad de escenarios en los que intervienen componentes truculentos como la extrema violencia, asesinatos y enfocado mucho más en el lado psicológico de los personajes, como pasa en mi novela ‘Delirio’. Por el contrario, el género thriller incluye una mezcla de emoción, suspense y miedo.

WN: ¿De dónde surge la idea del hotel Delirio?

NA: La idea surge a raíz de una exposición sobre el Greco que monté en Toledo, donde me hospedé en un hotel que se llamaba Antídoto y me encantó. Tenía flamencos de plástico, era como un museo de la movida madrileña, con cuadros de grandes artistas, ilustraciones de Bowie y mucha iconoclastia. Yo siempre he sido muy aficionada de David Bowie y verlo por todos lados dentro de una casa toledana, aunque estuviera reformada por dentro, me hizo querer escribir algo en este lugar y lo trasladé al estado de Guanajuato.

Los personajes de la novela ‘Delirio’

WN: ¿Los nombres de los personajes a qué se deben?

NA: El hotel Delirio es la mente de Juanjo reflejada en el hotel, que es como su guarida, lleno de múltiples objetos que le pertenecen. Creo que este tipo de cosas que coleccionamos hablan sobre nosotros mismos. Al final parece que sus propias pertenencias hablan más de él que las propias descripciones de la novela.

NA: La novela tiene varios guiños al cineasta Pedro Almodóvar, quién me gusta muchísimo. Desde el principio, la canción de Cuore matto, del artista Little Tony, que aparece en la películaLa mala educación’ de Almodóvar. Yo me acuerdo de que escuché esa canción y me encantó. De ahí también saqué el nombre de Kika.

NA: El nombre de Renata es un nombre con un perfil de niña de clase media, un poco cómoda, que siempre ha sido sobreprotegida por sus padres, del típico ambiente religioso… Es un nombre muy común en México, pero que, a la vez, siempre me ha gustado.

WN: ¿Cuál es el personaje que te ha emocionado más?

NA: Me encantan todos, pero si tuviera que elegir uno me quedaría con Kika. Pienso que la verdadera protagonista de la historia es ella, aunque la novela esté escrita en primera persona a través de la mirada de Renata. Aparte, el personaje de Renata funciona más como un testigo y no interviene demasiado en la historia.

WN: Veo muchas referencias en primera persona, ¿crees que la personalidad de la protagonista, de Renata, se asemeja a la tuya?

NA: Sí, cuando empecé a desarrollar esta historia ya tenía a Juanjo y a Kika, pero ellos tienen una personalidad totalmente diferente a la mía. Yo no sería capaz de hablar en primera persona como Kika porque es muy difícil intentar entender su transición, todo lo que pudo haber pasado, su realidad desde su propio cuerpo… Por eso, pasé por un proceso largo para ver cómo podía contar esta historia de la forma que fuera lo más fácil posible para mí, pero también lo más real para el lector.

«Conforme fui avanzando, Renata se fue separando de mí y fue cogiendo forma como personaje, muy distinta a la mía».

NA: Entendí que hacer un personaje que fuera testigo de esto y lo viera todo desde mi propia perspectiva como si fuera yo quién lo estuviera viviendo, fue lo más sencillo para lograr representar a Kika y a Juanjo en literatura. Por otro lado, conforme fui avanzando, Renata se fue separando de mí y fue cogiendo forma como personaje y cobró su propia vida, muy distinta a la mía.

WN: ¿Y con Kika cómo fue este proceso?

NA: Una de las cosas más complicadas fue darle vida a Kika porque me ayudó una amiga quién comenzó su transición como no binaria. Fui dando forma a Kika, y las conversaciones con elle me ayudaron mucho también a plasmar su realidad. Aprendí mucho, y hasta la fecha, mi amiga me habla sobre algunos términos que yo sigo sin entender del todo.

Por ejemplo, la diferencia entre feminicidio y transfeminicidio. Ella me explicó que debemos referirnos al feminicidio de una mujer trans como un transfeminicidio. Incluso, hubo un momento en que tuve ganas de que Kika no fuera trans, pero no pude quitarle su entidad de género.

El estado de Guanajuato

WN: ¿Por qué elegiste el estado de Guanajuato?

NA: Elegí el estado de Guanajuato porque nací allí y me encanta su ambiente. Me parece una ciudad tremendamente mexicana, como del México más profundo, y creo que posee muchos detalles literarios. Por ejemplo, en mi novela ‘Delirio’ se pueden observar desde las escalinatas de la universidad, los túneles, el hecho de que era una antigua ciudad minera, hasta las casas con colores que pintan los montes.

WN: ¿Sabe la gente del estado de Guanajuato toda la violencia que existe allí?

NA: Los crímenes en México son brutales. Hay muchos asesinatos y homicidios desalmados: puedes encontrarte la cabeza de alguien en un congelador de una gasolinera, personas ahorcadas en un puente para saldar cuentas… Entonces, claro que la gente lo sabe, y aunque sabemos que en la actualidad el estado de Guanajuato es el más inseguro de la República, no se ve un esfuerzo por parte de la ciudadanía para denunciar la violencia que se está viviendo. Creo que seguimos un poco cegados con la idea de que vivimos en un sitio seguro.

WN: ¿Cuál es el significado de ‘purépecha’ que aparece en el libro?

NA: Es una de las muchas lenguas y/o pueblos indígenas que existen en México. La nación purépecha se habita primordialmente en el estado de Michoacán, colindante al estado de Guanajuato.

Sobre la autora

WN: ¿Cómo es tu proceso de escritura?

NA: Yo trabajo un poco diferente a como los escritores dicen que se tienen que hacer las cosas. Me gusta escribir capítulo por capítulo porque quiero revisarlos en profundidad. Incluso puedo llegar a revisar un mismo capítulo tres o cuatro veces antes de seguir. Probablemente, esto se debe gracias a mi experiencia en el relato corto porque me fijo en cada detalle y me gusta cuidar cada capítulo. Cuando siento que el capítulo está listo con los ganchos bien acomodados, es cuando puedo continuar.

«Para mí, Italia es como mi segundo país, me fascina».

WN: ¿A qué se debe el uso de frases en italiano?

NA: Estuve viviendo en Italia cuando tenía 18 años para estudiar italiano y volví hace poco para trabajar en el departamento de Mediación Cultural y Accesibilidad de Le Gallerie degli Uffizi en Florencia. Para mí, Italia es como mi segundo país, me fascina y también tengo mucha influencia literaria de escritores italianos como Antonio Tabucchi o Italo Calvino.

WN: En numerosas ocasiones haces referencia a la música de grandes artistas, ¿tienes un género preferente y quién es tu cantante/grupo de música favorito?

NA: Me gusta mucho el rock, pero creo que al final en lo que más me fijo es en la letra de las canciones. A lo mejor como soy escritora, me gusta estudiar lo que dicen las letras y también lo que me está comunicando a través de la melodía, es lo que más me impacta. Escucho música para inspirarme, pero me cuesta mucho escuchar canciones en español cuando estoy escribiendo porque puedo confundirme y mezclar las palabras que estoy escuchando con las que quiero escribir.

Aunque hay muchas canciones españolas que me han influenciado para seguir escribiendo y esto se ve marcado en la novela. Para mí, la canción de ‘Don’ de Miranda!, me recuerda a Delirio y cuando lo escucho siento que estoy entrando en el hotel.

WN: Este libro habla mucho de supersticiones, visiones, espíritus… Mucha gente ya no cree en estas cosas, cuéntame un poco tu perspectiva sobre este tema.

NA: Todavía no tengo claro por qué decidí meter este tema en la novela, fue algo que surgió mientras estaba escribiendo y creando al personaje directamente. Me gusta jugar un poco con el pensamiento mágico y la superstición, ya que ese pensamiento mágico puede nutrir nuestra realidad, porque al final que tú creas o no en algo no quiere decir que eso no sea verdad.

Del mismo modo, vivimos en un mundo inmensamente grande, donde no tenemos explicaciones para todo. Aquí hay muchas cosas que no logramos conceptualizar y comprender, y por eso, el pensamiento mágico lo utilizamos para encontrar respuestas a lo que no tiene respuesta.

WN: En uno de los capítulos mencionas las cartas del tarot y en tus redes sociales he visto que sabes cómo leerlas. ¿Cuándo empezaste con esta afición y por qué?

NA: Cuando estuve en Italia, estudié más a fondo el tarot con una profesora de allí y empecé a estudiar porque me di cuenta de lo vinculadas que estaban con el arte de renacimiento. En el Renacimiento, se crearon «los triunfos» por los Visconti-Sforza, una familia del norte de Italia. Era una especie de retratos de la familia que se hacían para jugar a las cartas. A mediados del siglo XIX, con el tarot Marsella, comenzaron a surgir las prácticas adivinatorias por distintos ocultistas que escribieron sobre este tema.

Además, Italo Calvino dijo en alguna entrevista que el tarot era una máquina para escribir historias y a mí esta idea me pareció muy interesante. De hecho, su libro ‘El castillo de los destinos cruzados’ lo escribe todo utilizando las cartas del tarot. Por ello, quise probar para crear mis propios personajes y empecé a estudiar e investigar más. Además, me sirve de ayuda cuando me bloqueo.

WN: ¿Y tú te consideras una persona fría o pasional?

NA: Soy pasional y una persona muy apasionada con las cosas que me gustan, incluso, llego a obsesionarme demasiado cuando algo me gusta. Por ejemplo, si encuentro un tema que me encanta, suelo investigar mucho sobre ello y sigo ahí metida hasta que lo entiendo a la perfección. Sin embargo, he aprendido a tener una personalidad más fría para no desvelar las cosas antes de tiempo. Debo ser un poco más paciente con mis proyectos literarios y guardarme ciertas cosas.

Impacto y próximos proyectos

WN: Al final explicas un poco cómo te gustaría que fueran tus lectores tras leer este libro, ¿podrías profundizar un poquito más?

NA: Lo que quiero tratar de reflejar es la forma en que cada uno (sobre todo en el caso de México) desde su posición, su contexto, su privilegio o su situación, puede ayudar o cooperar en que esto no se siga perpetuando. Al final, lo único que me gustaría del lector es que sea consciente de la realidad en la que se vive en México y que intente hacer algo al respecto.

WN: ¿Cómo te sientes con todo el revuelo que está causando tu novela tanto en los medios como en las redes sociales?

NA: Me siento muy contenta, aunque tenía muy pocas expectativas con la novela. De hecho, me costó mucho tiempo llegar a publicarla. La tenía guardada porque creía que no era buena y me daba muchísimo miedo hasta que conocí a Alicia, mi editora de Cuadernos del Laberinto, que me dijo que le encantó. El hecho de que a ella le gustase me generó optimismo y el impulso que necesitaba para publicar. Cada vez que alguien me dice que le ha gustado mucho, no puedo evitar no emocionarme. Y del mismo modo, me he dado cuenta de que los lectores esperan que sea algo distinto y que el escritor les hable desde el corazón. Por eso, quieren leer libros honestos y creo que eso es ‘Delirio’.

WN: ¿Tienes algún proyecto futuro en mente?

Voy a hablar muy poco porque quiero mantener esa incógnita. Lo que puedo decir es que lo noto como algo más fresco, ya que me encuentro en un momento más optimista y eso se nota en la novela. Al final es más juguetona, con temas místicos, inexplicables, del pensamiento mágico y con una dosis más de fantasía.

 

Imagen destacada: Nerea Avileo