El trío musical Cariño aterrizó el pasado 25 de noviembre en la capital catalana para presentar su último trabajo homónimo, ‘CARIÑO’, en un concierto de lo más épico.

Toti-pop, gafas de sol, timidez, cervezas en mano, guitarras y complicidad. Esto es Cariño desde que empezaron teloneando otras bandas hasta ahora, actuado en una de las salas más míticas del país. Con veintipocos, María Talaverano, Paola Rivero y Alicia Ros han publicado su segundo álbum de estudio con hits como ‘si quieres’ y ‘llorando en la acera’ como carta de presentación. Temas que las han llevado este viernes 25 de noviembre hasta la ciudad condal en un concierto que describen como “un sueño cumplido”.

Desde su primera pisada en el umbral de Razzmatazz, el trío demuestra la gran habilidad que han desarrollado para concebir éxitos instantáneos, como su candidatura para el Benidorm Fest, ‘si quieres’, que llena la sala con sus esperanzadoras letras (“no sé cuánto dura un rato, pero lo quiero infinito”).

UN DISCO INVOLUNTARIAMENTE GENERACIONAL

Pese a ello, María, Paola y Alicia saben bien que la vida siempre guarda un as bajo la manga, uno de esos reveses del destino que hacen que la felicidad se evapore. Con los ramalazos emo de ‘no me convengo’ (“no quiero ser esa persona que no sabe que, aunque pueda, se reduce en el intento”) y el desenfado de ‘llorando en la acera’ (“siempre soy yo la que espera a que me digas que no”) retratan pieza por pieza todo aquello que nos representa e identifica como generación, para bien y para mal.

Más allá de los estrenos de su último disco homónimo, ‘CARIÑO’, no pueden faltar algunos de sus grandes éxitos. Entre ellos, su aclamada versión de ‘Llorando En La Limo’ del mismísimo C. Tangana o ‘Canción De Pop De Amor’, que nos alerta del fin del concierto. Temazo tras temazo que desatan la locura en la sala.

Despacito y con buena letra, Cariño se ha convertido en el máximo exponente de nuestro pop independiente. Creando escuela y un estilo único, el trío recoge todos los sabores y esencias del lenguaje pop de los jóvenes y los postadolescentes para componer tanto himnos con insignias generacionales como relatos agridulces repletos de auto-parodia e ironía. En definitiva, toda una declaración de intenciones que no hace más que confirmar lo que ya sospechábamos: estamos ante uno de los actos más prometedores de nuestra escena musical.

Queridas María, Paola y Alicia, yo tampoco sé cuánto dura un rato, pero a vuestro lado, ¿quién no lo querría infinito?