Un programa especial y exigente de ‘MasterChef’. Los seis aspirantes se jugaban las semifinales, pero solo cinco han entrado. La expulsada de esta noche ha sido Claudia, quien ha peleado hasta el final.

Subasta y casquería

Para comenzar esta undécima noche, la famosa subasta de ‘MasterChef’. Debajo de unas campanas había ingredientes, por los cuales había que pujar. Para empezar, 90 minutos y se descontaría el tiempo que pagarían por cada ingrediente. Adrián se quedó con unas manitas de cordero, algo que ya cocinó antes de su entrada.

Las patas de conejo fueron para David, pero solo iba a tener 40 minutos de cocinado. Claudia pujó por las patas de gallina, también con 40 minutos. Verónica se quedó con las manos de cerdo, igual solo con 40 minutos. María Lo, con solo 35 minutos tenía que cocinar patas de cangrejo. La última campana fue para Patricia, ancas de rana, aunque solo 25 minutos para hacer un buen plato.

Verónica, una vez más, cuando las cosas van en su contra, se pone nerviosa y su trabajo no sale adelante. “Está malo y es feo. Un cocinero tiene que aprovechar el tiempo. No me gusta que te lo tomes a risa. Eres una fiel seguidora, todas las temporadas ha caído una prueba esa”, le decía Jordi Cruz.

Tampoco estuvo acertada Claudia, con unas patas aún con hueso, sin salsa, un plato algo seco. David llegó con sus explicaciones, que ya brillaban por su ausencia. “No se puede comer”, comentaba Pepe Rodríguez. Quizás era lo más fácil de todo lo que había y por ir a hacer algo grande, le salió un desastre.

Adrián se tiró más tiempo explicando lo que había hecho en vez de pensar un buen plato. Las manitas de cordero le dieron la entrada al programa, pero ha dado un paso atrás. Patricia tuvo una gran idea, empanar las ancas de rana, pero las dejó crudas. “Estudiar un poquito”, dijo Jordi ya en general. Al plato de María Lo le faltó “chispa, garra”. Los jueces esperaban algo más por su parte.

“Estamos ya en el programa once y nada puede ser sencillo. En todas las temporadas hay una prueba de casquería”, comenzaba diciendo Samantha. Algo que apoyaban los otros dos jueces. En esta prueba tan solo había que controlar tiempos y que necesitaba cada ingrediente, explicaban. María Lo y Adrián fueron los únicos en presentar unos platos “algo mejores”.

Homenaje de la música de la mano de WAH Madrid

La expedición de ‘MasterChef’ ha querido rendir homenaje a la música con la experiencia mágica que propone WAH Madrid, donde se puede viajar por el mundo a golpe de sabores y de acordes. En este espacio clandestino se bailan las canciones más famosas de la historia y, a la vez, se degusta alta gastronomía.

Como premio tras ser el mejor de la prueba anterior, Adrián iba a sufrir la doble capitanía. No iba a ser el único privilegio: formó equipos y repartió las elaboraciones a las que tenían que enfrentarse. El equipo azul iba a estar formado por Verónica, María Lo y Patricia. Por otro lado, David y Claudia fueron el equipo rojo.

Para el equipo azul, una tapa americana que consistía en un clam chowder con espuma de bacon, un scone relleno y una crema de coco. En cuanto al equipo rojo: bombones de vaca y parmesano, bocata de boquerón con salmorejo y japón, por último, pan de elote con salsa de cajeta y sorberte de cacao y chili. El servicio sería tipo coctel, las tapas saldrían de dos en dos y los comensales serían los 60 integrantes de WAH ahí presentes.

Comenzó el tiempo de cocinado. En cuanto Pepe entró al equipo azul se dio cuenta de que estaban solo con la primera tapa. “Adrián, no te estás enterando de la fiesta”, le recriminaba. Aprendió la lección y al equipo rojo le dio la orden de comenzar con la segunda tapa.

Cuando entró Jordi a estas cocinas rojas, el doble capitán admitió que había organizado mal al equipo y no tenía muy claro que dirección seguir. El catalán cogía por banda a Claudia y David, los animaba a llevar la contraria a Adrián si así lo creían. A mitad del cocinado, el capitán paró a los dos equipos: “Necesito ayuda, estoy desbordado. Me tenías que echar un cable. No he estudiado nunca y no se me queda todo en la cabeza. Con ayuda, sacaremos todo adelante”.

Minutos más adelante, David empezó a agobiarse porque la crema de queso que iba dentro del carpacho no salía como se esperaba. Los jueces volvieron a entrar a las cocinas. Pepe vio mayor organización en el equipo azul: “Lo veo bien, pero tenemos que seguir corriendo”. María Lo es la que realmente estaba tomando el control.

Jordi llegó al equipo rojo. Dio soluciones a la crema, tenían que meterla en el frigo para que gelificara. David se vio sobrepasado, con un gran ataque de ansiedad. El chef catalán intentó tranquilizarlo como mejor pudo. De todos modos, según fueron avanzando los minutos esa ansiedad no amainaba.

Samantha entró en cocinas indicando que se empezaría a “emplatar enseguida”. Ambos equipos necesitaron ayuda para ello, pero el azul lo tenía todo más controlado. Eran seis elaboraciones complicadísimas. Cuando todo terminó, una de las valoraciones más importantes, ya que los aspirantes se jugaban el pase a semifinales.

Adrián no estuvo a la altura de la capitanía. “Has sufrido, me da pena”, le decía Pepe. También destacó algunos aspectos positivos que tuvo durante el cocinado, como pedir disculpas y ayudas. De todos modos, no se libra de la prueba de eliminación. Lo mismo para Claudia y David, ya que ninguno fue capaz de tomar decisiones por encima de Adrián cuando este lo pidió.

Era el turno del equipo azul y Pepe Rodríguez no vio actitud cuando se estaban jugando las semifinales. Todo salió con el paso de los minutos, una vez que vieron que Adrián no iba a estar tan atento. Patricia, Verónica y María Lo son las primeras semifinalistas de esta edición.

Un nuevo modo de cocinar: ‘Food Pairing’

Para esta prueba de eliminación, dejaba de la caja misteriosa, aguacate para Claudia, alcachofas para David y costilla para Adrián. Al lado de los tres aspirantes, varios paneles para descubrir el ‘Food Pairing’, que se basa en elaborar una lista de aromas de cada ingrediente y buscar los mismos aromas en otros para combinarlos. Cuantos más aromas tengan en común, mejor serán para su elaboración.

Los aspirantes tenían que elegir otros siete ingredientes que pegaran con el ingrediente de su mesa. Adrián fue el que más acertó. Ahora venía la práctica. Un plato libre, que les haga entrar a la semifinal. Por delante, 75 minutos. Se tenían que usar los ocho ingredientes, el que estaba debajo de la caja más los siete escogidos.

Pasamos directamente a la valoración final. Adrián pudo unir todos los elementos, equilibrados. “De los platos ricos que has hecho aquí”, le decía Jordi. Nada mal para la noche que llevaba. En cuanto a Adrián, algunas cosas que gustaban, otras que no. El único fallo es que la alcachofa no estaba integrada del todo en el plato. Estéticamente, el plato de Claudia estaba bien, pero no puso en valor el aguacate por la abundancia de sobrasada.

Los jueces han dado los ingredientes, los aspirantes solo tenían que hacer un plato donde el protagonista no estuviera eclipsado por el resto. Adrián se salvó el primero por hacer un plato “exquisito”. Cuarto semifinalista. Claudia ha sido la undécima expulsada de esta edición por no tener el aguacate como protagonista. Por lo tanto, David, último semifinalista.

 

 

Imagen destacada: RTVE