Llega a las salas ‘Donde caben dos’, la comedia más provocativa y desinhibida del verano, una película de historias cruzadas sobre lo difícil que puede llegar a ser separar el sexo del amor.

El placer no entiende de límites, o al menos esa es la premisa de la nueva comedia erótico-festiva de Paco Caballero. ‘Donde caben dos’ es una fábula moderna con un club de swingers de por medio que, al margen de la superficialidad inicial, sabe cómo conducir al espectador hacia un satisfactorio ‘final feliz’.

La cinta alberga cinco historias independientes sobre el amor liberal y neoliberal. Una pareja atrapada en la rutina, un joven que recientemente ha probado el desamor, una novia desesperada que no recuerda qué hizo en su despedida de soltera, dos primos que se reencuentran tras años sin verse y un grupo de amigos con ganas de experimentar serán los protagonistas de esta historia. Durante la misma noche, todos sus caminos conducirán a un único destino: el Club Paradiso, un selecto local de intercambio de parejas. Cada uno de ellos vivirá situaciones que jamás hubiera imaginado y juntos descubrirán la fórmula para reconocer el sexo y el amor por lo que realmente son.

‘Donde caben dos’ | Imagen: Catalan Films

DONDE CABEN DOS… CABEN TRES (O CUATRO, O MÁS)

Si hay una historia que destaca por encima del resto esta es la protagonizada por María León (Alba) y Aixa Villagrán (Liana), el dúo cómico por excelencia de la cinta. Al más puro estilo de ‘Resacón en Las Vegas’, las dos amigas buscan desesperadamente el anillo de compromiso de Alba, una joya familiar de gran valor sentimental que desapareció en una noche de fiesta desenfrenada. Asimismo, la travesía de la formidable pareja resulta ser una excelente guía turística gracias a la cual descubrimos qué se esconde tras cada esquina del laberintico Club Paradiso.

Le sigue muy de cerca el relato protagonizado por Ernesto Alterio (Alberto), Luis Callejo (Paco), Pilar Castro (Claudia) y María Morales (Marta). Asilada de las demás hazañas, esta cena, la única historia que no transcurre en el local, es la que más sorprende y más risas provoca.

«Con ‘Donde caben dos’, me gustaría que los espectadores se desprendan de sus ataduras y se diviertan como nunca para llegar a ser un poquito más libres; para sentirse un poquito más vivos».

Si existe un motivo para ver una comedia este verano, disfrutar del reparto es uno de los más válidos, y difícilmente el espectador encontrará un elenco mejor que el que aparece en ‘Donde caben dos’. Caballero ha logrado reunir en un club de intercambio de parejas a las personalidades más selectas y sensacionales del cine español actual.

Entre las caras más conocidas, Ernesto Alterio, Raúl Arévalo, Luis Callejo, Anna Castillo, Pilar Castro, Carlos Cuevas, Ricardo Gómez, María León y Ana Milán. Como si de una reunión de viejos amigos se tratase, los dieciséis protagonistas son la prueba definitiva de que la mezcla entre lo clásico y lo novedoso funciona. Sin lugar a dudas, el reparto –que se desnuda en cuerpo y alma– es una de las bazas ganadoras del filme.

EL VERDADERO GRAN ESPECTÁCULO

La dirección artística de ‘Donde caben dos’ ha sabido cómo exprimir el potencial del local donde transcurre la mayor parte de la trama. El Club Paradiso cobra vida como un parque erótico gracias a su cuidado diseño y a la correcta utilización de una iluminación de lo más sugerente. De hecho, la atmósfera está tan bien conseguida que, en algunos momentos, tenemos la impresión de estar viviendo en lo que podría ser un videoclip de La Casa Azul, y es que, como era de esperar a estas alturas, ‘La Revolución Sexual’ es el tema principal de la película.

Si bien podemos asegurar que Caballero y su equipo han cuidado hasta el último detalle de la puesta en escena, la banda sonora es el verdadero gran espectáculo. Cada uno de los títulos que acompaña a los protagonistas en su viaje hacia la liberación sexual capta nuestra atención como espectadores y reafirma la identidad de la obra. Del mismo modo, la decisión de apostar por una música a todo volumen nos transporta a un universo de descontrol y desinhibición casi onírico. Tristemente, la voz en off de Milán al final de la cinta desdibuja el esperado clímax apoteósico que, con una última canción acertada, habría sido el cierre perfecto.

UNA COMEDIA CON… ¿FINAL FELIZ?

Llegados a este punto cabe subrayar que el plato fuerte de la película es la reflexión que plantea. ¿Todas las historias deben tener un final? ¿Acaso importa la manera en la que amamos? ¿Se quieren más quienes llevan cincuenta años casados o la pareja que se conoció hace unos meses por casualidad? ¿Podemos realmente medir el nivel de amor?  Si algo nos enseña ‘Donde caben dos’ es que no hay lógica en el amor (ni en el sexo).

 

 

Imagen principal: Filmax