El cuarto programa de la novena edición de «MasterChef 9» dejó, sobre todo, muchísima tensión. Una eliminación sorpresa, ya que para muchos era una de los favoritas para llevarse el gran premio.

Jordi Cruz aseguró al comenzar el cuarto programa que, como habían sido programas muy duros, querían dar “una pequeña alegría”. Y es que, uno de los aspirantes iba a recibir el PIN de la inmunidad, para asegurarse la participación en el concurso una semana más. Aunque esto no fue dicho a los concursantes hasta concluir la primera prueba.

El primer reto de la noche se centraba en hacer otro pequeño homenaje a los mayores. Centrados en las legumbres, con la compañía de tres protagonistas de «MasterChef Abuelos»: la ganadora Guadalupe Fiñana, la segunda clasificada, Aurelia Matellán y el quinto clasificado, José Catalán.

Las legumbres como primeras protagonistas

Antes de ponerse a cocinar, si los aspirantes acertaban más de una de la treintena de legumbres que se colocaron en medio del plató, podrían escoger una de ellas para el cocinado. Ninguno de los aspirantes fue capaz, por lo tanto, los invitados adjudicaron. Después comenzaron 75 minutos para realizar la primera prueba de la noche.

Los mejores platos fueron los de Ofelia y Arnau, algo que deliberaron los participantes de «MasterChef Abuelos». Él consiguió el mejor plato entre ambos. Con su plato llamado ‘Cazuela de Boada’, del cual Pepe Rodríguez dijo: “El plato está rico porque todos los ingredientes están integrados”. Por su parte, Ofelia presentó un plato llamado “De verde a podrido”, aunque con critica por parte de sus compañeros, ya que muchos aseguran que copia.

Ofelia y Arnau se batieron en duelo por el PIN de la inmunidad. Florentino Fernández cocinó junto a los aspirantes, si él ganaba, el PIN quedaba en mano de los jueces. Estos últimos no iban a supervisar el cocinado, lo hizo Gonzalo Miró, ganador de ese privilegio en «MasterChef Celebrity 5″.

Flo luchó por el PIN de la inmunidad | Fuente: @tve_tve

Estos dos aspirantes escogerían diez ingredientes para cocinar el plato que desearon. Los de Flo eran elegidos por Ofelia y Arnau. Mientras tanto, en la galería caían algunas declaraciones. “A Ofelia en absoluto le estamos haciendo el vacío, todo lo contrario. Bastante le aguantamos, bastante estamos cargando con su personalidad, con sus actitudes y no es nada fácil”, comentaba María.

Con los platos elaborados, los jueces probaron los mismos a ciegas. El ganador de la prueba fue Florentino, tras una votación, por lo tanto, ninguno de los concursantes consiguió el PIN para alegría del resto.

Una prueba de exteriores bajo cero

La expedición de «MasterChef» se trasladaba a la Estación Invernal San Isidro situada en León. Arnau tuvo que colocar a los aspirantes según su nivel en la cocina, bajo su punto de vista. Los equipos quedaron de la siguiente manera: el azul con Alicia (capitana, elegida por Ofelia como privilegio de ser una de las mejoras en la primera prueba), Vero, María, Meri, Arnau y Dani cocinando menestra de invierno como entrante y caldereta de lechazo de segundo.

El rojo con Ofelia (capitana), Toni, aunque este se cortó en un dedo al minuto de iniciar y no pudo continuar con la prueba, Amelicious, Jiaping, Fran y Pepe cocinando salmón asado y el postre, crumble de avellanas. Un menú para 200 esquiadores invitados y con 175 minutos de cocinado.

Cortando berenjenas para uno de los platos, creció la tensión entre Ofelia y Pepe, gritos y echándose movimientos en cara, aunque el resto del equipo trabajaba bien. Mientras tanto, en el equipo azul Alicia no organizó bien el trabajo e incluso Pepe Rodríguez se desesperó saliendo de la cocina diciendo: “Haced lo que os dé la gana”. Todo porque la olla exprés tuvo que ser usada para los garbanzos, según indicaba Pepe, pero los aspirantes hacían caso omiso a sus consejos.

Juanjo Losada, cocinero de la tierra con 1 estrella Michelin, pasó a las cocinas del equipo azul. Sobre la menestra dijo que “toda está durísimo”, algo con lo que estaba de acuerdo Samantha. “La cocción de las verduras es como de primero de Primaria”. Tampoco gustó la idea de no hacer la menestra en olla exprés. Los chefs pedían caña. Losada salió más satisfecho por el trabajo del equipo rojo, tanto por el salmón como por el postre.

Cuando los esquiadores comenzaron a coger bandejas, muchas de las azules no llevaban huevo o cordero. Pepe se indignaba por momentos. Por eso, en el veredicto fue muy crítico. “Os habéis ganado el delantal negro vosotros solos. En muchas bandejas faltaba de todo. ¿Hablamos de los huevos? Unos 100 habrán salido bien, siendo generoso, vaya”. Arnau decía: “Parecimos seis capitanes”, mientras que Dani añadía: “Nos hemos caído en el precipicio”. Pepe les recriminó que no dieron la cara a pesar de ver el desastre. “Alicia, te ha venido grande la capitanía. No sabíamos por dónde tirarlo”, comentaba el castellano manchego.

Los jueces valoraron el trabajo del equipo rojo. Además, Ofelia fue elegida como la mejor aspirante de la prueba, algo que anunció Jordi Cruz, para pique del resto de compañeros, sobre todo para el equipo azul. “Cuando no es capitana solo sabe dar vueltecitas por la cocina”, comentaba Vero, una de las que debía de enfrentarse a la prueba de eliminación.

Arriesgar no siempre viene bien

Otro de los privilegios de Ofelia, como la mejor por los jueces en la prueba de exteriores, decidió que Pepe, que estaba salvado, tenía que bajar al “foso”, como así es conocida esta prueba. Detrás de los chefs, cuatro neveras, tres de ellas correspondiente a cada uno. La cuarta era de La Terremoto de Alcorcón.

Una vez conocidos los ingredientes de cada nevera, Ofelia tenía que repartir las mismas entre los siete que se jugaban la eliminación. La de Pepe fue para Vero y Dani, la de Samantha para Meri y María, la de Jordi para Arnau y Alicia y la de La Terremoto para Pepe. El tiempo de cocinado fue de 60 minutos, aunque uno de los aspirantes podía pedir ayuda a uno de sus compañeros durante quince minutos, aunque tenía que acabar diez minutos antes que el resto. Ninguno lo hizo.

La Terremoto de Alcorcón llegó a las cocinas para la prueba de eliminación | Fuente: @la1_tve

Pepe presentó su “Corderiño”, en honor a Ofelia, y pasó la eliminación con creces. “Está muy bien, plato limpio, buen fondo. Puedes estar contento”, comentaba Jordi. “El punto de cocción es perfecto, a mi que me gusta el cordero… se agradece”, añadía Samantha.

Todo iba bien hasta que llegó María, que se atrevió con un postre, sin ser su especialidad. Presentó un plato llamado “Bizcocho de Tierra” con frutos rojos. “Me falta un pensamiento”, decía Pepe. La aspirante se quedó sin levadura y continuó con su trabajo. “Para mí es 80% de castañazo seguro al hacer algo de lo que no eres experta. Este plato es media patita fuera de MasterChef”, sentenciaba Jordi.

Vero tampoco presentó un gran plato, los jueces en común dijeron: “No nos está gustando tu plato y es fácil de entenderlo. No has sabido conectar todo esto”. Tras deliberar, Samantha, ya ante los aspirantes, decía: “Una de las maravillas de la cocina es atrevernos a hacer un plato con lo que encontramos en nuestra nevera”. Mientras que Pepe, añadió: “Me extraña que nadie usara la ayuda de sus compañeros”.

Los primeros en salvarse fueron Pepe y Meri, como los mejores platos. Los de Alicia, Arnau y Dani no fueron mejores, pero les valió para salvarse. “Vero, has querido salirte de la cocina que dominas. La prueba de eliminación no es para eso”, comentaba Pepe. Justo después anunciaba que ella era la expulsada. María, a pesar de presentar un plato muy justo, se quedó en las cocinas.

“Tenía muchas esperanzas en ‘MasterChef’. Me llevo a mucha gente que no quiere ni mirar -mientras se le saltaban las lágrimas-, gracias a todos y al equipo. Quiero que gane María. Es fuerte y tirará”, comentaba Vero antes de colgar el delantal.

 

Imagen destacada: @MasterChef_es