Lucas Masciano presentó anoche su disco en la Sala Galileo de Madrid, con un ambiente espectacular e invitados de lujo que hicieron más especial la velada.

La Galileo comenzó a llenarse y David Prado, el encargado de abrir el concierto, salió al escenario. Uno de esos cantautores con mucha verdad dentro que dejó realmente impresionado al público de una de las míticas salas de la capital.

David, además de compartir tres temas nuevos, quiso darle las gracias a Lucas por la oportunidad que le ha brindado y confesó su admiración por estar cantando delante de artistas como Rozalén, Funambulista o Marwan, entre otros, que aguardaban en el público. «Si tenéis alguna verdad que decir, decidla cuando salga. Nunca la esperéis«, se despedía del escenario.

Minutos después, Lucas apareció en el escenario y la noche comenzó con Tonada de Luna Llena. Con el segundo tema, Lucas demostró que la noche iba a estar compuesta de momentos muy especiales y diferentes entre sí. Entre palmas, sonó Tormentas, con una estrofa muy particular y con la que se explica por qué el argentino llenó la Galileo:»Alejado de cada estrofa que no cante ilusionado.» Ya lo dicen, la ilusión es el motor que mueve el mundo.

Si ya lo dijo Andrés fue el siguiente tema que sonó, el que Lucas le escribió a una gran músico y cantautor como es Andrés Calamaro. «Había hecho todas las canciones que me hubiera gustado hacer a mí, se me había adelantado a todas. Incluso hasta alguna que yo tenía que hacerle a una ex novia que tenía, la había hecho también en él. Se llamaba mi ex de la misma manera y todo. Y dije, vamos a hacerle una canción a él entonces», dijo entre risas.

Paciencia es uno de los temas que se incluyen en su último disco, 12 Lunas, y que comparte con Muerdo. Sin embargo, no pudo estar presente sobre el escenario. «Las canciones de Lucas son muy fáciles, no es excusa para no cantar que no me hayas visto otras veces y no me conozcas. A la primera no, pero a la segunda puedes cantar mis estribillos. Está científicamente comprobado«, añadió. Esta canción dio paso a la primera colaboración de la noche, una persona que Lucas describió como «una amiga, una compañera de ruta, que admiro mucho, que tiene un montonazo de talento y un corazón enorme. Era imposible que no esté aquí esta noche».

Rebeca Jiménez y Lucas Masciano | Imagen: Ángela Merino – WHY NOT

Uno de los aplausos más fuertes de la noche fue para Rebeca Jiménez, con quien compartió Mariposas, «una sesión de psicoterapia» del cantante. Lucas confesó que su psicóloga le dio una hoja con la letra de Mariposas, todo lo que él le había contado. «Si le pones música a esto, seguramente te pueda servir«, le dijo.

La noche continuó con Un lugar y Egoísta la Luna; entre canción y canción confesó estar emocionado por volver a tocar en la Galileo después de tantos años. Uno de los cantantes que ha colaborado en 12 Lunas subió al escenario para compartir Tal Vez con «un artista que ha hecho crecer esta canción muchísimo». No podía ser otro que Luis Ramiro, un viejo conocido y con una historia en común que se remonta 10 años atrás.

Luis Ramiro y Lucas Masciano | Imagen: Ángela Merino – WHY NOT

Luis Ramiro aprovechó para pedir un aplauso para los músicos, a La She Band.: «Con los músicos parece que estamos bien, que somos medio buenos, sin ellos no seríamos nada«. La noche continuó con una de las canciones más especiales del repertorio de Lucas Masciano. «Creo que me dedico a la música por esta canción», confesaba. Azabache es el tema que el argentino escribió para Vanesa y también con el que descubrió que la música siempre ha sido su mejor medio de expresión. En su disco, Alex Ubago aporta su sensibilidad y su alma, pero no pudo estar presente sobre el escenario.

Todavía con la piel de gallina tras vivir uno de los momentos más emotivos de la noche, sonó A ti también, una de las canciones que se incluyen en el disco De París a Transilvania. La tercera colaboración de la noche llegó junto a Diego Cantero, Funambulista, para compartir Ojos de Farol.

Diego Cantero y Lucas Masciano | Imagen: Ángela Merino – WHY NOT

Al diablo con todo dio paso a un nuevo invitado. El público recibió entre aplausos a Marwan, que además de compartir El Secreto, aprovechó para expresar su admiración por Lucas: «Esta canción que acabas de cantar, hace muchísimos años, antes de conocer personalmente a Lucas, la vi en un vídeo y dije como mola. Me encanta poder estar aquí, estaba dando saltos escuchando la canción. Me encanta que me hayas invitado en tu disco y que me invites hoy a esta gran fiesta.» 

Marwan y Lucas Masciano | Imagen: Ángela Merino – WHY NOT

Alta Tensión dio paso a una canción y un estribillo que el público no dejó de corear, entre palmas. «Nadie te va a querer más que yo, te va a querer, más que yo, más que yo, te va a querer…«. Pasadas las 23:00 horas, la noche iba llegando a su fin, pero todavía quedaban dos colaboraciones muy especiales.

Toni Brunet es el productor de 12 Lunas, una de las personas con las que Lucas se cruzó en el camino y que siempre supo que quería tener cerca. Junto a él, apareció en el escenario la quinta invitada, con la que comparte una historia muy bonita.

«Yo soy albaceteña, pero estudié Psicología en Murcia. Cuando llegué, yo flipaba con Lucas y cantaba sus canciones antes de que yo cantara en ningún bareto. Yo recibí una llamada una vez suya, de un bar donde toqué por primera vez. Las vueltas que da la vida, que casi 15 años después estemos aquí«, contaba Rozalén.

Rozalén y Lucas Masciano | Imagen: Ángela Merino – WHY NOT

Años más tarde, la vida les cruzó en un concierto solidario. «De repente nos cruzó la vida en este concierto, tocabas después que yo, y dije ‘la voy a tratar de conocer’. Yo soy malísimo para esto de conocer, presentarme. Me allanaste muchísimo el camino cuando te acercaste y me contaste la historia», añadió Lucas.

Ambos compartieron un emocionante Siempre y cuando sobre todo, rebosante de talento, como son ellos dos. Aquí contigo fue el preludio de lo que iba a ser la última canción de la noche, el último invitado, el que llegó para poner patas arriba la Galileo. No podía ser otra persona que David Otero, una persona que conoció tocando en la calle y que se convirtió en el productor de su disco y en «un hermano de la vida».

David Otero y Lucas Masciano | Imagen: Ángela Merino – WHY NOT

David pidió que el público se pusiera en pie para esa última canción y para ese último «Maldito corazón salvaje, maldito corazón herido«. Se acercaba la hora de bajar del escenario, pero el público se resistía a que abandonara la Galileo. «Lucas, Lucas», gritaban. En pie, mientras los asistentes saltaban, bailaban y disfrutaban, el argentino tocó Milonga Mediterránea.

La noche terminó por todo lo alto y la Galileo fue testigo de la verdad de Lucas a la hora de escribir, de su espontaneidad sobre el escenario, de su talento y de la magia de todos y cada uno de los invitados que le acompañaron. ¡Larga vida a su música!